En mi consulta veo a diario muchas personas que están solas. El motivo principal son sus malas experiencias en relaciones sentimentales del pasado. Por esta razón, incluso han desistido buscarla después de muchos intentos fallidos (ya sea en fiestas de singles o vía internet) que sólo hacen que desilusionarlas.
En el fondo, les gustaría encontrar a una persona honesta y auténtica con la que compartir inquietudes, aficiones e incluso proyectos de futuro. Es decir, un buen compañero de viaje en su camino de la vida.
Por ello, dada mi capacidad para visualizar el alma de las personas, me piden que les busque a alguien afín a ellos. De esta forma, cuando estoy en la consulta y me piden que les ayude en encontrar a su compañero ideal, yo ya pienso en cuáles de mis clientes se encuentran en la misma situación y me centro en buscar con cuál de ellos podría congeniar.