viernes, 20 de junio de 2014

¿Enfermedades físicas o emociones enquistadas?

Hola a todos, 

En esta ocasión me gustaría hablaros del origen de vuestras enfermedades físicas
Hagamos una pincelada de esos monstruos que atormentan tanto a vuestra mente: las emociones, las fobias y los miedos.

Estos imputs negativos yacen en vuestra mente y se convierten en emociones enquistadas, las cuales se almacenan en vuestra alma que, como ya sabéis, tiene forma de ánfora. Y es aquí dentro donde dichas emociones se transforman en energía negativa. Y cuando ya no caben se desbordan y se expanden por vuestro cuerpo físico, anclándose siempre en vuestros puntos más débiles. Estas emociones son las causantes de que tengáis un sin vivir constante.

Es bueno que exterioricéis vuestras emociones. Y si os resulta muy difícil, pedid ayuda profesional. Buscad una solución en esta vida, evitando así que os las llevéis a una próxima vida. 

martes, 17 de junio de 2014

¿Cómo conseguir el equilibrio interior?

Lo primero que hay que saber, como ya os he comentado en más de una ocasión, es que cada uno de nosotros somos un alma. Ésta se nutre de las emociones y se comunica con nuestro corazón.

Por otra parte, tenemos la mente: el peor enemigo del ser humano. En ella habitan "los demonios", que nos paralizan, que no nos dejan tomar decisiones ni evolucionar. Y, cuando tomamos decisiones en este estado de desequilibrio, actuamos erróneamente en nuestra vida.

La gente a menudo me pregunta: "¿Cómo puedo ser feliz?". Y yo siempre contesto: "La felicidad no existe".

Soy de la opinión que la felicidad es un producto que nos ha vendido la sociedad, como también nos vendió que en 2012 el mundo se acabaría...¡y todavía estamos aquí!. Si os fijáis, siempre quieren manipularnos y que tengamos miedo.

Lo mejor que puede tener una persona es la paz interior. Y os preguntaréis: "¿Cómo la puedo obtener?". Sencillamente, estando limpios de:
  • Rabia: la rabia sólo nos " ensucia.
  • Negatividad: la negatividad nos anula.
  • Miedos: nuestros miedos paralizan.
  • Ego: el ego no nos deja ser auténticos.
  • Envidia: mientras nos "distraemos" pensando en lo que tienen los demás, no valoramos quienes somos ni todo lo que tenemos.
  • Inseguridad: nuestras inseguridades no nos dejan crecer ni amarnos.